Peregrinos de la esperanza
Excmo. y Rvdmo. Fray Jesús Sanz Montes, O.F.M., Arzobispo de Oviedo

Laudetur Iesus Christus. Que la paz de Cristo resucitado llene vuestros corazones y vuestros pasos caminen por los senderos que Dios frecuenta. Paz y Bien, amigos y hermanos. María nuestra Madre Santísima os bendiga. Como Arzobispo de Oviedo yo también lo hago y con gratitud, un año más, os ofrezco mi fraterna acogida.
Lo dijo el poeta y escritor alemán Johannes Wolfgang Goethe: “Europa nació peregrinando”. Porque los caminos del viejo continente de pronto se dibujaron en un mapa cristiano que fue señalando en las encrucijadas diversas, el motivo de la andadura y su significado. No es andar por andar, o andar a la deriva, o reducir el gesto a un sentido tan secundario que termina siendo fallido. Andamos porque nos sabemos llamados, porque nos sabemos sostenidos y acompañados, porque sabemos que tenemos una meta en la que somos esperados.
Ayer celebrábamos la festividad de Santiago Apóstol. Él es adalid de nuestras peregrinaciones. Pero para nosotros ese campus stellarum, Campo de las estrellas, no es la meta de una aventura deportivo-esotérica, sino que ahí reside la meta misma del propio Santiago: Jesucristo. Y llegar a Compostela y no encontrarse con Cristo es haber hecho una andadura torpe y desorientada. El sentido de toda peregrinación es el encuentro con Jesús, el Señor.
Vosotros iniciáis en esta mañana vuestra Vª peregrinación a Covadonga. Hay allí otra meta preciosa que tiene el mismo marchamo que el Camino de Santiago: encontrarse con Jesucristo. Serán tres días por estos parajes astures, tan bellos y frescos con toda la hermosura natural con la que el Creador dejó revestida esta tierra. Pero en el valle del Auseva, donde se ubica el santuario de la Santina de Covadonga, allí nació un pueblo con clara denominación de origen cristiano. A ese pueblo pertenecemos como Iglesia viva. Y, junto a la belleza natural y a la identidad cristiana que en Covadonga nace, celebramos también el impulso histórico de toda verdadera reconquista.
No somos nostálgicos de un pasado ya pretérito, ni temerosos ante un futuro que suscita miedo, ni mediocres adocenados en un presente que no entendemos. Queremos reconquistar una tradición que sigue viva como herencia de los santos, y haciendo así ponemos los fundamentos de un mañana que se asienta en la esperanza cristiana de la fidelidad de Cristo, mientras escribimos apasionados con audacia el hoy que tiene la edad de nuestros años y el domicilio de nuestras circunstancias. Esto lo decía ya san Juan Pablo II en su carta apostólica Novo Millennio Ineunte (nº 1): «¡Duc in altum! Esta palabra resuena también hoy para nosotros y nos invita a recordar con gratitud el pasado, a vivir 1con pasión el presente y a abrirnos con confianza al futuro: “Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y siempre” (Hb 13,8)».
Queridos jóvenes, gracias por este gesto que llega ya a la Vª edición de la peregrinación a Covadonga. Sed peregrinos de la esperanza. Con María y como Ella sed portadores de Jesús y portavoces de su Palabra. El mundo y la Iglesia os necesita con la gracia que Dios pone en nuestros corazones para ser misioneros de la fe, la caridad y la esperanza, para ser misioneros de esta Buena Noticia cristiana.
A todos vosotros que participáis, a los organizadores de esta peregrinación, a los sacerdotes, religiosos, seminaristas y a los adultos que os acompañan, mi agradecimiento y mi ánimo más paterno al acogeros en esta Iglesia diocesana de Oviedo como arzobispo. Que Dios os bendiga y que María os acompañe. Buen camino. La Santina os aguarda.
PUBLICADO EN EL BOLETÍN «LAUDATE» Nº47 – AGOSTO 2025